top of page

NUESTRA VISIÓN

Una miríada de microorganismos en la superficie de nuestro planeta (y especialmente en el subsuelo) viven en los entornos más duros y extremos. Las condiciones límite se han empujado en todas las direcciones posibles, abarcando amplias franjas de temperatura, pH, presión, radiación, salinidad, energía y limitación de nutrientes. Su actividad metabólica depende de su capacidad para adquirir y eventualmente alimentarse de iones metálicos. Durante miles de millones de años, los microorganismos han evolucionado y perfeccionado su repertorio de soluciones moleculares para problemas de separación de metales.

Explorador de cuevas
5d535110-dfa5-44d2-9049-57a1589ee5c1-geothermal_hot_springs_aerial_2007.jpg.jpeg

La lanmodulina, descubierta y caracterizada en el laboratorio académico de Joey, se une a metales de la familia de las tierras raras con afinidad picomolar y una selectividad sin precedentes (Cotruvo et al, JACS 2018). La lanmodulina se descubrió inicialmente en un microorganismo extremófilo llamado M. fumariolocum, que abundaba en una vasija de barro volcánico similar a la que se muestra arriba. Como era de esperar, Lanmodulin es estable en un amplio rango de temperaturas y pH.

bottom of page